La herramienta pluma de Photoshop

Existe una gran variedad de opciones para seleccionar objetos con Photoshop. En un artículo previo veíamos las ventanas del lazo magnético, que permitía seleccionar aquellos objetos claramente diferenciados del fondo, de una forma muy rápida y sencilla, para luego trabajar con ellos.

Pero el lazo magnético tiene dos grandes inconvenientes. El primero de ellos es que una vez realizada la selección y cerrada la forma que queríamos escoger de la imagen que estamos editando, ya no es posible variarla, pues los puntos utilizados en la selección desaparecen.

Por otra parte, el lazo magnético se presenta insuficiente en los casos en que la imagen se confunde con el fondo o las aristas de un objeto son complejas y difíciles de seleccionar, con lo que nos queda parte del fondo dentro de la imagen final o, peor aún, el objeto que queremos editar es recortado involuntariamente.

Para estos casos la mejor opción es la herramienta pluma de Photoshop, que se considera la más apropiada para realizar una selección al detalle. En este artículo vamos a plantear las nociones básicas para que podáis iniciaros en el arte del uso de la pluma.


Lo primero de todo es tener el material a mano. Aseguraros de tener la imagen que queréis editar abierta y visibles las ventanas de Herramientas y Capas, que podéis activar desde el menú superior, en el apartado de Ventana.


Si la imagen no ha sido previamente editada, tendrá como capa un único Fondo. Hacer doble click sobre él y aceptar, para que sea editable.


Ahora seleccionar la pluma en la ventana de Herramientas y aseguraros que está seleccionada la opción Trazados.


Para realizar la selección sobre el objeto que deseamos, comienza haciendo click en una parte del borde del mismo o del borde desde donde queremos realizar la selección. A continuación puedes trazar la silueta pulsando con el ratón en las distintas partes del objeto. Cada click unirá el punto anterior con el recién creado y, si finalmente llegamos al punto original, la silueta se cerrará.

Ahora vamos a editarla. Como os hemos comentado, una de las principales ventajas de la pluma es la posibilidad de utilizar de nuevo los puntos que hemos hecho para crear la silueta de selección. A estos puntos se les conoce como anclas.


Las anclas existentes las puedes arrastrar para abarcar mejor la figura. Pero lo mejor sin duda es la posibilidad de añadir nuevas anclas. Accede al menú desplegable de anclas y selecciona “Añadir punto de ancla”. Ahora, si nos colocamos entre dos puntos, recomendablemente en situaciones curvas, y hacemos click, añadiremos un ancla, con la posibilidad de curvar la selección y poder escoger de forma exacta la figura que queremos editar. Si os fijáis en el ejemplo, esta opción permite realizar curvaturas de la forma que queramos.


También existe la opción de eliminar anclas, seleccionando desde el combo despegable de la pluma dicha opción y haciendo click sobre las anclas existentes. Éstas se borrarán y la selección se amoldará a las anclas que permanezcan activas.


Para trabajar con la selección realizada, en la pestaña Trazados hacer click con el botón derecho y accederéis a un menú de opciones. Podéis seleccionar la zona, con lo que podréis editarla a vuestro antojo. También podéis rellenar la figura con “Rellenar trazado”, donde podremos hacer todo tipo de creatividades, desde aplicar un color hasta dotar de opacidad una tonalidad concreta. Finalmente, también podremos aplicar un contorno si es el efecto que estamos buscando.

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